lunes, 30 de junio de 2014

Capítulo 4

HOLIIII!!! Qué tal? Yo muy feliz por... todo en general. Jajaja. Que sepáis que me ha costado muuucho hacer el capítulo (3 días nada mas y nada menos) y POR FIN CAPÍTULO 4. *Aplausos*.
Gracias, gracias. Sin más rollos (me enrrollo mucho,  lo sé), aquí está.


     CAPÍTULO 4


Moos, Moos, Moos. Mi cuaderno está lleno de esa palabra. He incumplido mi promesa de no enamorarme de él. Lo que me faltaba, en plena guerra pudiendo morir cualquiera de nosotros cuando al Capitolio le dé la gana. El profesor sigue escribiendo en la pizarra como si no hubiera un mañana problemas de matemáticas de lo más básicas. En vez de eso, me limito a pensar en todo lo que ha pasado en los últimos mil años.
  Panem, el país que se levantó de las cenizas de un lugar llamado Norteamérica. Pero se deterioraba poco a poco por desastres naturales, sequías, tormentas, incendios y mares, y la brutal guerra por hacerse con los pocos recursos que quedaban. El resultado fue Panem, con su Capitolio rodeado por trece distritos, que llevó la paz a los pocos ciudadanos que sobrevivieron a las guerras. Entonces han llegado estos días, en los que la gente de los distritos nos hemos rebelado contra el odioso Capitolio. Nos tratan como a sus esclavos, como si fuéramos escoria humana. Ahora estamos  en la peor parte: están empezando a lanzar bombas en algunos distritos que causan daños irreparables, tanto de personas como de edificios. Lo han hecho ya en el 3, el 8 y el 9. Solo espero que no hagan lo mismo en el nuestro; aunque no sé que es peor: ser esclavos de esa gente horrible o acabar muerta en esta guerra.
  Otro dato curioso es la ropa. Al principio el Capitolio y los distritos llevábamos ropa normal. Es decir una camiseta y un pantalón de cualquier color, con un abrigo en invierno o con unas sandalias en verano. Pero el Capitolio cambió mucho durante esos años. Primero empezó con la moda de los tatuajes que se fue haciendo más extremo hasta llegar a un punto en que la gente llevaba diamantes incrustados en el cuerpo o colores de todos los tipos desde tener la piel verde oliva hasta lila. ¡Son unos completos monstruos! Hay personas (si es que se pueden llamar personas) que se tiñen de rojo pasión y parecen que sangran. Por su acento de  altibajos con exagerados ademanes no sé muy bien qué decir. Es raro y no tengo ni idea de dónde ha salido. También llegó la moda de la ropa más estrafalaria. Llevan mariposas, flores gigantescas, coches enormes, ¡todo tipo de ser viviente o construcción lo llevan en sus "lujosos" trajes! No sé cómo no se dan cuenta de que a los demás nos parecen monstruos.
  -¡Willow! - me grita Coral, sacándome de mis pensamientos. Es famosa por sus pedazo gritos en el colegio. - ¿Vas a levantarte de esa silla o te vamos a tener que sacar en volandas?
  Aparecen Enddria y Moos a su lado, mirándome.
  -Hasta se quiere quedar en los descansos a estudiar. Tu siempre de sobresaliente. - me dice él riéndose. Es que es adorable... Pero, ¿qué? Me he vuelto loca, decidido, hoy me voy a un psicólogo. ¡Me he enamorado de Moos! Me hago una nota mental de que tiene que dejar de gustarme. No puedo ser la novia de mi mejor amigo porque luego cuando cortáramos, nuestra amistad se acabaría (sí, es la verdad, dos de cada tres parejas no acaban bien).
Lo mejor es olvidarse del asunto para siempre. Aunque no sé si podré evitar esa mirada tan dulce.
  -Sí, claro, vamos. - les digo a todos y cierro el cuaderno rápidamente por los grandes "Moos" apuntados. - ¿Qué habéis dado en mates? No he estado atenta.
  -Me encantan tus chistes, Will. Cuenta otro - se ríe Enddria.
  -Es verdad. No tengo nada escrito, ni siquiera me he traído el libro.
  -¡Woah! Te estás volviendo malota, ¿eh? - dice Moos dándome un empujoncito. Un escalofrío me recorre el cuerpo. - Yo te digo lo que hemos hecho. Ven.
  Me coge de la mano y me conduce escaleras arriba. En la última planta, la de los mayores, tenemos un pequeño escondite donde vamos a hablar y a veces, a comer las cosas que le robamos al profesor. No se lo quitamos realmente, solo es que estamos en un distrito pobre y más ahora en guerra, y él es muy rico. Por una manzana o un trozo de queso no se va a morir.
  Nuestro escondrijo está en un lugar al que nosotros llamamos El Basurero. Ahí van a parar todo lo que no quieren los profesores. Murales, lápices rotos, papeles varios, etc. Moos y yo nos conocimos cuando éramos muy pequeños. Los dos teníamos miedo a una niña diabólica que había en nuestra clase, así que decidimos hacernos un escondite secreto, solo para nosotros; nuestro Basurero. Solo hay una persona que sabe todos mis secretos, y esa es Moos. Todo se lo he contado ahí, y las paredes son las mejores para guardar esos sentimientos.
  -Bueno, hemos llegado. Por cierto, sabes que no hemos venido a repasar, ¿verdad? -me dice Moos, conduciéndome al interior de una pequeña puerta de cartón que construímos años atrás para tener un punto de referencia.
  -Lo sé -contesto riéndome demasiado alto, para después taparme la boca asustada. -¿Crees que nos habrán oído?
  -Te habrán oído a tí. Yo no he dicho nada.
  -¿Me entregarías a ellos?
  -Por supuesto.
  Puede que sea adorable, pero el empujón que le doy a continuación se lo merece.
  -¡Ay! -se queja.
  -Ya te vale. Sé que no me dejarías irme. -le digo acercando mis ojos a los suyos. Me doy cuenta de que nuestros labios están a pocos centímetros. Nuestras respiraciones agitadas, nuestros alientos mezclándose uno con otro.
  -Siempre estaré a tu lado. Lo prometo.
  -Júralo -susurro.
  -Lo juro.
Ahora nuestras bocas están a un pequeño movimiento de cabeza.
  -¿Quieres besarme?
Esa pregunta me saca de mi mundo feliz y vuelvo al real.
  -¡Por supuesto que no! -me doy cuenta de que es la peor contestación de amor de toda la historia. -Quiero decir, no es que no quiera, pero...
  -Pero, ¿qué?
  -Lo siento, Moos, no puedo.
  Miro hacia otro lado, esperando a que las lágrimas salgan. No quiero que nada cambie entre nosotros.
  -Vale, tranquila, no pasa nada, todo está bien.
  Me abraza suavemente y me da un beso en la frente.
  -¿Quieres que hablemos de otra cosa? -me pregunta con un tono de voz muy paternal.
  -Prefiero irme con las chicas.
  -Pues vamos.
  Esa respuesta me asombra.  Normalmente es a él al que le encanta este sitio. Pero puede que esté sentimental por lo que acaba de pasar.
  Damos media vuelta y salimos por la puerta de cartón.
  -Bueno..., me voy con mis amigos. -me dice.
  -Adiós. -digo bajito.
  -Adiós. -susurra él con el mismo tono.
  Moos es el que se va primero. Yo me dirijo al lado contrario, donde Coral y Enddria hablan.
  -...pues como te lo digo. Desapareció así como así. -Coral mueve las manos alteradamente, consiguiendo captar mi atención.
  -¡El mío también! -se asombra la otra.
  -¿De qué habláis, chicas? -las interrumpo.
  Las dos giran sus cabezas hacia mí, esperando a que les dé una buena excusa para poder interrumpir su interesante conversación.
  -Lo siento. Seguid.
  -Hablábamos sobre que nuestros charlajos se han escapado. No sabemos cómo. Desaparecieron sin dejar rastro. -empieza Coral con una voz misteriosa.
  -Mi charlajo también se ha ido esta mañana. Mis hermanos se encontraron la jaula vacía. -comento
  -Qué extraño... -dice Enddria. -¿Por qué se habrán ido todos juntos, a la misma hora y el mismo día? Creo que algo muy malo está pasando.
  -Tenemos que averiguarlo. Veniros hoy a mi casa y lo vemos juntas, ¿de acuerdo?
  -¿Y yo no puedo ir? -la voz de Moos replica. Miro hacia atrás y aparece mirándome, abriendo la boca como si quisiera decirme algo.
  Pero hace algo totalmente diferente. Me besa. Un beso dulce, sin rencor de lo que ha pasado hace unos minutos.
  -¿Os habéis enterado de que somos pareja? -dice, agarrándome de la cintura.








martes, 24 de junio de 2014

Capítulo 3

Holaa!! He vuelto con nuevo capítulo. No sé si los hago muy rápido pero es que la verdad los voy haciendo a medida que los hago en sucio, no los tengo ya hechos y voy publicando (qué va), los hago a mi ritmo. Ahora ya que estoy de vacaciones tengo un montón de tiempo para hacerlos.
No me enrollo. Aquí está el Capítulo 3!

                          CAPÍTULO 3


  Hubo una vez en la que mi padre conectó los cables de un ordenador a la antena parabólica que había fuera, en el tejado. Esa noche tenía una tormenta horrible con rayos y él quería conseguir electricidad para que el ordenador funcionara. Yo tenía 5 ó 6 años, salí y toqué el cable. Sonó un chispazo enorme y salté hacia atrás, impulsada por una fuerza superior a cualquier cosa que conociera. La verdad es que no me dolió, solo me pegué un susto de muerte y después... nada; me desmayé. Mi padre salió corriendo fuera y me cogió en brazos, entró a casa y en unos minutos recuperé el sentido.
  
  Ahora me siento como cuando me dio esa corriente eléctrica, como si se me parara el corazón.
  -¿Lo mío? ¿Con Moos?
  A Coral se le va la pinza muy de vez en cuando. Está fatal. ¿Ha descubierto lo que pasa con mi mejor amigo? La verdad es que no pasa nada...
  -Te he pillado, Willow. Hay algo que no quieres contarme. ¡Soy tu mejor amiga! Por favor, tengo que saberlo - me mira suplicante poniéndose en frente mío, impidiéndome pasar. -Me lo vas a decir o si no juro que sacaré más nota que tú en un examen.
  -¿Tú? ¿Más nota que yo? Estarás bromeando, no has tocado un libro desde que empezó el curso.
  -¡Claro que sí! Podría sacar un 10 si me lo propusiera. Soy lista, solo que no estudio.
  -Sí, eso ya lo veo...
Coral nunca ha sacado más de un 5,5. Jamás. Si estudiara seguro que me superaría, no lo dudo y además me encantaría.
  -Dejemos el tema, no sirve de nada discutir.
  -Lo único que quieres es que no te pregunte sobre Moos. No podrás ocultarlo para siempre, al final saldrá a la luz. O le preguntaré a él.
  -¡Ni se te ocurra! Díselo y te juro que me enfado contigo de por vida.
  -Vale, vale...
No puedo creer que me vaya a hacer esto mi mejor amiga. Si hubiera algo entre los dos seguramente se lo diría, pero ni si quiera confía en mí; y la odio por eso.

En clase Moos está rodeado de amigos, como siempre. Es muy sociable, cada vez que viene alguien nuevo a clase, él le hace sentirse cómodo: habla con él, le ofrece un sitio, se queda en los patios a enseñarle el colegio.
  -¡Apartaos, por favor, despejad el territorio de Don Social! - les grito a los de clase. Después de irse la multitud, la única que se queda es Enddria, otra de mis amigas. Cada semana se tiñe el pelo de un color, hoy lo lleva rosa por la cabeza y naranja en las puntas. No le queda nada mal pero es mejor que el de hace un par de semanas: todo totalmente de colorines; azul, morado, amarillo, rojo, rosa, naranja, etc. ¡Parecía un papagayo!
  -Ah, hola Enddria, me encanta tu nuevo pelo.
  -Gracias Willow. La semana que viene he pensado en ponérmelo azul. ¿Qué te parece?
  -Perfecto, me encanta ese color. ¿Me podrías dejar sola con Moos?
  -Por supuesto, luego hablamos. - se va y por fin nos deja solos.
  -¿De qué querías hablarme? - me pregunta intrigado mi amigo.
  -¿Es que tiene que haber algo de qué hablar? ¿No puedo estar contigo a solas? - me he quedado bastante ofendida. Ahora es cuando me pone una mirada de que sabe que le miento, que le quiero decir algo.
  - Está bien, me rindo, quería decirte que si te viene Coral a contarte historias de que hay algo entre nosotros, dile que no porque es verdad, no hay nada y no me cree a mí. - lo digo todo rápido y sin ni siquiera pensar lo que estoy diciendo. Se me hace muy incómodo hablar de amor con él, mi amigo de toda la vida al que le he contado cosas que nadie sabe.
  -Claro. Se lo diré.
  -Gracias.
Me acerco y me hace un hueco en su silla. Me siento y abrazo su cuello, esperando a que él haga lo mismo. No entiendo por qué no lo hace, ya que él suele ser el más cariñoso de los dos. Al final acaba cediendo y me abraza la cintura. Es tan raro, incluso para él, que le dejo que siga cojido a mí. Acerco mi boca a su mejilla y le dejo el beso que se había formado, demasiado lejos de sus labios, por una amistad verdadera, pero demasiado cerca como para confundir nuestros sentimientos. Pero, ¿seguro que le he querido darle un beso? No me he enamorado de él ¿verdad? 



lunes, 23 de junio de 2014

MUY IMPORTANTE

Esto es alucinante, las primeras imágenes que he encontrado de la película Sinsajo parte 1. He recopilado fotos de los distintos personajes y actores





Es flipante. La primera imagen de Sinsajo que veo. Ahí están Katniss, Peeta y Finnick (no muy difíciles de identificar). Las chicas de atrás del todo tienen que ser Leeg 1 y Leeg 2, está claro, son gemelas. Los chicos de detrás de Finnick son Castor el moreno, y Pollux el rubio. Boggs lo imagino mucho más mayor, él podría ser este



La verdad es que es IDÉNTICO a cómo me lo imaginaba.




También está la dura, peleona y mandona Jackson. Esta actriz me la imaginaba diferente, la cara más redonda y el pelo igual






Ahora, en el equipo de grabación, empezaré por Messalla. No sé si vosotros sí, pero yo siempre pensé que era un nombre de chica, porque lo parece, pero después de ver una parte en la que le nombraban como chico, me quedé asombrada.



No me lo imaginaba PARA NADA así (después de saber que era un hombre). Me lo imaginaba más mayor, parece un adolescente.

Ahora el acompañante de Messalla: Cressida



Natalie es muy parecida a la imagen de mi cabeza. Tiene todo lo de Cressida y esperamos que haga muy bien el papel.

Ahora Castor, el cámara del escuadrón 451






Ahora el pobre avox, Pollux. Siempre desde que apareció por primera vez en el libro, me ha parecido un luchador por lo que le han hecho. Le convirtieron en avox, lo metieron en una alcantarilla durante cinco años y ha sufrido un montón.



Ahora Homes






Las gemelas Leeg 1 y Leeg 2, las dos muertas. Bastante parecidas también a lo que me imaginaba. Las dos to-tal-men-te  idénticas.





Son muy guapas, no creéis? (a mí me lo parece >_< )

Una personaje no muy importante, pero que saldrá en la peli es la Comandante Lyme, del Distrito 2




Tiene pinta de luchadora. Pero creía que era morena.

Aquí termina mi reportaje de fotos. Os ha gustado? Espero que os haya encantado tanto como a mí. Si encuentro más,  lo tendré pronto para que lo veáis. 
MUCHOS BESOS!! ♡

viernes, 20 de junio de 2014

Capítulo 2

HOLA A TODOS!!
Quería dar las gracias a Shiinna Vidal por ser el primer comentario, pero también gracias a los demás que leéis y no comentáis. Si solo tuviera una seguidora, podría seguir escribiendo. Estará un poco mal, porque no lo he revisado mucho pero es que lo que hago es hacerlo en sucio y después pasarlo aquí, así que no me da mucho tiempo a revisar nada. Bueno, no me enrollo más y allá va. COMENTAD, POR FAVOR ♡


CAPÍTULO 2
   Vacía. Nada que ocupar la larga barra de metal y nada que comer del platito con pipas y maíz.
-¿Qué es esto? - pregunto despacio, para asegurarme de lo que estoy viendo y no empezar a perder los nervios.
-Pues que el lindo pajarito ha cogido sus maletas y se ha marchado de vacaciones. ¿A tí qué te parece? - me grita Evinniss. Me parece que alguien ya ha perdido los nervios.
-¡Vale, no lo sabía! - le digo yo con el mismo tono de voz. -¿Y qué hacemos? No puede haber llegado muy lejos, no volaba. Párate a pensar por un momento quién ha podido abrir la puerta de la jaula. No se le veía muy inteligente al pájaro, que digamos...
-¡Sí que lo es! - replica Cumma, atento a la conversación. - Era muy listo, así que abrió la jaula él solo.
  Ay, mi hermano es tan inocente y fantasioso. Me encanta que sea así, pero también me da pena decirle lo que de verdad está pasando.
- Dejemos de discutir por esto - le digo a Evinniss, sin hacerle caso al pequeño. - No ha debido ir lejos; lo buscaremos después del colegio. Tengo que irme, lleva a Cumma a su clase, Evinniss.
-Yo no quiero llevar al enano.
-No le insultes. Solo tiene seis años y no te ha hecho nada. Podrías dejar de ser como eres alguna vez y pensar en los demás.
  Me mira muy serio y luego tiene la decencia de apartar la mirada.
-Vamos Cumma. Coge tu mochila.
  Sé que me gustaría sonreírle, pero no lo hago porque eso me restaría puntos en esta guerra imaginaria que tenemos entre los dos. Evinniss me contesta mal mientras yo hago lo mismo con más dulzura. Ese es nuestro juego.
  Salgo a la calle y corro hasta la parada de autobús, a diez minutos de mi casa, y me monto al lado de mi mejor amiga: Coral. Ya tengo suficiente con lo que ha pasado hoy, así que me limito a mirarla y ella ya entiende que no debe hablarme si no quiere enfadarme para el resto del día. El autobús funciona con energía solar, un funcionamiento muy parecido al que utilizan en el Distrito 3, solo que ellos tienen mucha más capacidad mental que nosotros. Son unos genios tecnológicos, tanto que los niños de siete años ya saben montar una linterna con un clip, un trozo de cristal y una batería; o cualquier otra cosa que se les ocurra. Les admiro muchísimo. Nosotros vivimos en el Distrito 5. Así es, sé que no es gran cosa pero es mi hogar y seguro que si me mudara a otro distrito, no estaría tan a gusto como en casa. Aquí nuestra industria es la energía. Eléctrica, solar y nuclear. La conseguimos de la tierra y el cielo para toda Panem, sobre todo para el Capitolio. Por eso tenemos en casi todas las casas paneles solares, para aprovechar la energía al máximo. También tenemos recopiladores que cogen los rayos de sol, los relámpagos en un día de tormenta o las fuertes olas de la pequeña porción de playa que nos ha tocado. Ojalá pudiera ir al Distrito 4 y ver el extenso mar, la arena suave y la brisa azotándome la cara. Sería maravilloso.
-¡Willow!, ¡baja del autobús, lenta!
Coral y su amabilidad. Me encanta que me saquen de mis pensamientos.
-Ya voy, deja de meterme prisa. - le contesto sacándole la lengua. Es muy infantil, lo sé, y sé que ella lo odia.
-Luego el idiota del profesor nos regañará y no podré echarte la culpa. Calla y muévete.
  Termino haciéndola caso, cojo mi mochila y salgo fuera. Coral me sigue por detrás y se pone a mi lado. Lo que me pregunta a continuación me pone los pelos de punta y se me para el corazón para después dar mil pulsaciones por minuto.
-¿Qué tal lo tuyo con Moos?

sábado, 14 de junio de 2014

Capítulo 1

Como dije, me ha costado hacer el capítulo 1, pero aquí lo tengo. COMENTAD QUÉ OS HA PARECIDO, GRACIAAAAS ♡ 


Capítulo 1

Los pájaros vienen hacia mí. Al principio solo son manchas negras que se van haciendo más y más grandes. Doy un alarido mientras me rodean sus alas rápidamente. Tengo miedo, mucho miedo...Sus pequeños picos negros cogen mi pelo y tiran de él, arrancándomelo. Cierro los ojos y e hago un v lo en el suelo, lista para recibir la muerte.《¡Will!》No siento nada, los pájaros han desaparecido, pero ¿cómo? 《¡Will!》Algo me sacude, pero no veo qué es.
-¡Will, despierta!
-¡Ah! - grito, levantándome. Estoy sudorosa y jadeando.
-¿Estás bien? No parabas de poner caras raras.
- Sí... supongo que sí.
Cumma acerca su carita morena, todavía de bebé, a mi mejilla y me planta un gran beso.
- Gracias - susurro.
Él sonríe y se levanta. Cummita, mi hermano pequeño con piernas cortas y rechonchas, cabello oscuro y rizado y ojos del mismo color que me podría quedar observando todo el día. Es un niño adorable, pero poco espabilado para su edad. Mientras que los demás niños de 6 años saben encender la
televisión, coger platos y pintar un monigote, él apenas consigue tenerse en pié más de 5 minutos. En cualquier caso, le adoro.

Sigo un poco indispuesta por la pesadilla. Ahora que me doy cuenta, puedo reconocer esos pájaros. Alas y pico negros, pequeños no más grandes que dos manos juntas y cabeza lisa y suave. Charlajos.

Hace unos días el Capitolio nos dio estos pájaros en señal de "paz" aunque no lo entiendo muy bien porque seguimos en guerra. Son animales bonitos, pero no hacen nada; no emiten ningún sonido, ni siquiera mueven las alas. A veces ladean la cabeza cuando hablamos, como si quisieran comprender lo que decimos. Nos asignaron uno por casa. Son inservibles. El nombre se nos ocurrió por lo que hacen: charla-jos. Lo de "charla" por que no pían ni hacen nada, es una ironía. Y "jos" para que no se quedara tan soso. El nombre ha ido corriendo la voz por todos los distritos y ahora ya les llamamos así. Lo inventaron los del 10.

Mi otro hermano, Evinniss, es rubio con ojos marrones, espalda ancha y al contrario que Cumma muy avanzado para su edad, no en lo psicológico si no en lo físico, y por lo tanto todas las chicas quieren ser sus novias y tiene más amigas que amigos. Es prepotente, chulo y no soporta que le digan lo que tiene que hacer. Muchas veces me hace reír, no siempre está a la defensiva. Y es muy protector conmigo y con su hermano, siempre.

Mis padres, Lus y Peter, siempre están trabajando en la industria de nuestro distrito, y nosotros estamos en el colegio hasta que llegamos a casa y yo debo hacerme responsable de todo. No vuelven hasta la madrugada, solo les veo por la mañana. Me pregunto qué es lo que hacen durante todo el día...
Me propongo averiguarlo alguna vez.

Volviendo al presente, me levanto de la cama, me pongo unas zapatillas y una bata y oigo a Cumma gritar en el salón. Mi cara cambia por completo 《¿Qué está pasando?》, pienso.
-No pasa nada Cummi, ya está, no es nada - oigo a Evinniss tranquilizarle.
-¡Ya no está, Carbón, se ha ido!
Corro por el pasillo y llego al cuarto donde está Evinniss cogiendo a Cumma en brazos.
-A ver, qué ha pasado con el bicho ese.
-¡No es un bicho! - replica el pequeño.
A modo de respuesta, Evinniss se aparta a un lado y entonces lo veo. La jaula del charlajo Carbón está vacía.